ESCUCHAR A LOS ALUMNOS

SABREMOS ESCUCHAR
A NUESTROS ALUMNOS CUANDO…

 

- Entablamos una comunicación visual con ellos.

- Demostramos interés por escucharlos en el aula y fuera de ella.

- Incentivamos las preguntas y lo tratamos de satisfacer en el momento que lo requieran.

- Evitamos hacer otras cosas mientras se produce la interacción.

- Damos comentarios que reconocen la valía e importancia que tienen como personas: “te escucho”, ”te entiendo”, “lo que me dices lo voy a tomar en cuenta”, ”bien hecho”, “que importante es tu opinión”, etc.

- En la interacción nos mostramos amicalmente con ellos: le damos la mano, abrazos, palmaditas, “chocamos las manos”, caminamos juntos, etc.

- Experimentamos vivencias de su vida diaria a través de estrategias participativas.

- Les enseñamos con el ejemplo a que escuchen y respeten a sus compañeros.

 

RECONOCEREMOS EL LENGUAJE NO VERBAL
DE NUESTROS ALUMNOS CUANDO…

 

- Nos percatamos que cambia el tono, la intensidad, el ritmo de su voz ante una intervención en clase o en una situación de entrevista.

- Nos muestra incomodidad a través de la orientación de su cuerpo: nos da la espalda, cruza sus brazos, se toma la cintura o se muestra relajado o tenso.

- Nos damos cuenta su expresión facial (de atención, cansancio, aburrimiento, tristeza, alegría, etc.) en el transcurso de nuestras clases y fuera de ella.

- Nos dirige o no la mirada al hablar, cuando se muestra cabizbajo, etc.

- Observamos que se saca “conejos”, frota sus manos o hace chasquidos de dedos ante una pregunta en clase o ante nuestro acercamiento.

- Existe un silencio absoluto en algún momento de la clase, etc.